Se han a cumplido en octubre 75 años del movimiento revolucionario que
durante los días transcurridos del 5 al 17 de octubre vivió Asturias
peripecias de un auténtica guerra civil.
Hemos indagado en las hemerotecas buscando escritos que nos den
conocimientos que nos ayuden a interpretar lo acontecido. Tarea
difícil, pues en los días señalados no hubo prensa regional, pero sí
hemos encontrados documentos escritos días posteriores que reflejan en
parte lo acontecido.
Leamos «Diario el Noroeste». «En Sotrondio: el primer chispazo
revolucionario en Asturias». Así empieza una crónica emitida en el
«Diario Noroeste» el 23 de octubre de 1934: Nuevamente nos lanzamos por
las carreteras de Langreo en busca de noticias sobre los sucesos
revolucionarios registrados en los pueblos de aquella cuenca, en algunos
de los cuales llegaron a adquirir extraordinaria gravedad.
En
la carretera de Sama a Laviana nos encontramos con una columna de
fuerzas del Ejército que se desplazaba a Sotrondio y a otros puntos con
objeto de prestar servicio de vigilancia. Continuando viaje hacia
Laviana llegamos a Sotrondio, importante población de la cuenca minera y
punto de concentración que fue de numerosos revolucionarios que afluían
de las aldeas cercanas.
Fue en Sotrondio donde se originó el primer chispazo del movimiento
revolucionario que tan graves perjuicios acarreó a nuestra provincia. A
las dos y media de la madrugada del viernes día 5 y a una señal
convenida comenzó la Revolución.
El ataque al cuartel de la
Guardia Civil se organizó inmediatamente y a las tres y media en punto
de la mañana sonó la descarga contra las fuerzas que defendían el
cuartel. Estaban integradas estas fuerzas por nueve guardias al mando de
un cabo. Los rebeldes sitiaron el edificio manteniendo un intenso
tiroteo que fue enérgicamente repelido por los agentes. De resultas de
esta encarnizada batalla resultaron muertos tres guardias y dos
revoltosos, además de dos ciudadanos que fueron alcanzados por balas
perdidas.
A la una de la tarde los revoltosos tomaron el cuartel, de donde ya
habían procurado evadirse cinco guardias junto con el cabo, quedando en
el edificio el otro guardia herido con una bandera blanca.
Una
vez vencidas las únicas fuerzas que disponía Sotrondio, los
revolucionarios nombraron su Comité, que comenzó a actuar inmediatamente
en el Ayuntamiento, donde se izó la bandera roja. Una de las primeras
medidas fue la de dirigir una invitación a todos los vecinos para que
fuesen entregando sus armas, bajo la amenaza de que transcurrido un
plazo que se señalaba se adoptarían medidas contra aquellos a quienes
fuesen ocupadas armas.
Se incautaron todos los coches existentes en la población. Dos
hospitales fueron instalados, uno en el colegio de las monjas y otro en
las Escuelas Nacionales, los servicios de los cuales eran atendidos por
médicos y practicantes del pueblo. Al incautarse del edifico donde
estaba el colegio de las monjas invitaron a éstas a que vistieran ropas
seglares y después acompañadas en grupos eran conducidas las religiosas a
domicilios de familiares y amistades, donde las dejaban después de
asegurarles que nada les ocurriría.
Uno de los comités que estaban perfectamente organizados era el de abastecimiento de la población, que se efectuaba por medio de vales. Los comerciantes fueron entregando sus mercancías, bajo la estrecha vigilancia de guardias rojos que guardaban el orden en las colas.
Transcurrieron los días en Sotrondio con relativa tranquilidad, no registrándose acto alguno de violencia. De Oviedo llegaron varios camiones cargados con fusiles y municiones que eran distribuidos entre los elementos revoltosos espontáneos que se presentaban en la Casa del Pueblo. Los aviones del Ejército, al igual que en otros pueblos, también evolucionaron sobre Sotrondio, arrojando proclamas invitando a los revoltosos a deponer su actitud. Hasta el lunes día 15 el desarrollo fue pacífico en este pueblo.
Uno de los comités que estaban perfectamente organizados era el de abastecimiento de la población, que se efectuaba por medio de vales. Los comerciantes fueron entregando sus mercancías, bajo la estrecha vigilancia de guardias rojos que guardaban el orden en las colas.
Transcurrieron los días en Sotrondio con relativa tranquilidad, no registrándose acto alguno de violencia. De Oviedo llegaron varios camiones cargados con fusiles y municiones que eran distribuidos entre los elementos revoltosos espontáneos que se presentaban en la Casa del Pueblo. Los aviones del Ejército, al igual que en otros pueblos, también evolucionaron sobre Sotrondio, arrojando proclamas invitando a los revoltosos a deponer su actitud. Hasta el lunes día 15 el desarrollo fue pacífico en este pueblo.
El martes volvieron nuevos grupos revolucionarios a Sotrondio,
reorganizándose las tropas rojas y marchando hacia la capital grandes
grupos, que los hacían poseídos de gran entusiasmo. Este entusiasmo de
los que marchaban al frente se dirigió a la iglesia, causando grandes
trastornos. Después de estos actos vandálicos, volvió a renacer en
Sotrondio la tranquilidad, prestando servicio de vigilancia en las
calles patrullas del Ejército rojo que disolvían todos los grupos. El
jueves aparecieron octavillas rogando a los revolucionarios que
depusieran su actitud por haber fracasado el movimiento revolucionario
El viernes 19, a las nueve y media de la mañana, llegaron a Sotrondio en camiones fuerzas del Regimiento de Guarnición en Bilbao, quienes se hicieron cargo de todos los servicios principales de la población, quedando restablecida la calma. Los revoltosos huyeron de la población arrojando las armas al río.
El viernes 19, a las nueve y media de la mañana, llegaron a Sotrondio en camiones fuerzas del Regimiento de Guarnición en Bilbao, quienes se hicieron cargo de todos los servicios principales de la población, quedando restablecida la calma. Los revoltosos huyeron de la población arrojando las armas al río.
1. Clasifique el texto y señale y explique las ideas fundamentales. (Puntuación máxima: 1’25 puntos).
2. Relacione las ideas que aparecen en texto con las siguientes cuestiones (puntuación máxima: 3 puntos):
La Revolución de octubre de 1934.
La caída del gobierno de Alejandro Lerroux.
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