Llegó el final de este difícil curso y tuvimos acto de graduación. Agradecido por haberme dado la oportunidad de leer el discurso de despedida.
DESPEDIDA PROMOCIÓN 2020-21.
Queridos alumnos y alumnas de la
promoción 2020-21:
En primer lugar, quiero
agradeceros la oportunidad de dirigirme a vosotros por última vez como vuestro
profesor.
Ha llegado ya el momento de dejar
el Instituto, el sitio al que habéis estado vinculados durante seis años, y del
que tendréis recuerdos inolvidables. Este momento es a la vez esperado y
temido, porque se cierra un capítulo de vuestro libro de la vida, y se va a abrir
otro, que ahora mismo está lleno de incertidumbre porque no sabéis todavía lo
que habrá en sus páginas.
Llegasteis a este centro cargados
con grandes mochilas llenas de ilusión, esperanza y miedo para aprender algo
que es difícil de conseguir y casi imposible de medir, que es el conocimiento. Para
lograrlo, os enfrentasteis a todo tipo de situaciones, algunas felices y otras
amargas. El tiempo ha pasado rápido y el mensaje que os puedo dar es que
recordando lo mejor y mejorando lo peor se fija un rumbo, que es el debéis
seguir a lo largo de vuestras vidas.
Ahora comenzaréis una nueva etapa en la universidad, la formación profesional o el mercado laboral, pero, además de haber aprendido idiomas, matemáticas, historia o ciencias ¿habréis conseguido la capacidad de pensar, respetar a los demás, tener confianza y seguridad en lo que se hace? El futuro lo dirá. Espero y deseo que sí. El valor de las personas no lo marca un número, sino la capacidad para aprender que se haya adquirido, porque la necesidad de formación va a ser continua en esta sociedad tan tecnificada en la que vivimos.
De este centro han salido muchas
promociones de alumnos y alumnas que ahora son estudiantes y trabajadores de
todo tipo de estudios y profesiones, pero vuestra promoción es especial y
distinta a todas las demás que han pasado por aquí, porque además de los
cambios que experimenta la sociedad, vosotros habéis tenido que hacer un
esfuerzo extra de adaptación, que no estaba previsto y que hemos improvisado
juntos rápidamente.
Llegasteis aquí bajo los efectos
de una crisis económica que no acababa de terminar, y os tuvisteis que
enfrentar a una pandemia que no termina de acabar. Vuestra promoción y la del
curso pasado, que ni siquiera tuvo la oportunidad de despedirse en un acto como
este, han tenido que vivir una experiencia que trasciende el ámbito académico y
es más propia del ámbito vital. Inseguridad, miedo, confinamiento, distancia
social, mascarillas, geles, y para colmo, clases en línea y aulas virtuales. Era
difícil encontrarse con más retos. La superación de todos estos obstáculos debe
daros más confianza para enfrentaros a vuestros futuros proyectos.
Vivir significa superar las continuas dificultades de todo tipo que nos vamos encontrando, y nunca hay que venirse abajo por muy difícil y lejana que se vea la solución.
Al estudiar historiografía seleccionamos
como personajes más importantes a aquellos que fueron capaces de dar respuestas
acertadas en momentos extremadamente complicados, por contra, los personajes a
los que les pusieron las cosas fáciles se van olvidando y desaparecen, porque
solo lo que se consigue en situaciones difíciles permanece para siempre. El
mundo no lo construyen los cobardes sino aquellos que se enfrentan a los
problemas con inteligencia y los superan.
Vosotros sois el futuro. Os deseo
lo mejor, y que el nuevo epígrafe que vais a escribir en el libro de vuestra
vida sea largo, tenga más de un folio por las dos caras, y ojalá que pase a la
historia, porque eso significará que lo que hayáis hecho será valioso y habrá
cambiado la sociedad para mejorarla.
A lo largo de este curso os he
contado muchas anécdotas de personajes o situaciones históricas y no quería
despedirme sin contar la última.
Cuentan que el astrónomo del
siglo XVIII William Herschel, una noche clara paseaba con su hijo pequeño
observando las estrellas. En un momento del paseo el niño le preguntó:
- ¿Los fantasmas existen?
Herschel le respondió:
- Por supuesto que sí. Cada vez
que miras una estrella, estás viendo una luz que quizá no exista ahora, porque esa
estrella seguramente ya se ha apagado, pero la seguimos viendo porque está tan
lejos que todavía nos sigue llegando su luz, como si fuera un fantasma del
pasado.
Así, vosotros y vosotras, a
partir de ahora os iréis alejando de este lugar, mientras que nosotros
seguiremos aquí y nos convertiremos en vuestros fantasmas del pasado.
Nunca dejéis de aprender y nunca
abandonéis los proyectos que iniciéis, aunque las situaciones sean difíciles, recordad
que, “si quieres algo con fuerza y luchas por ello, al final lo consigues”.
Si alguna vez volvéis, aquí
estaremos, un poco más viejos, un poco más sabios, pero felices de volver a
veros.
Buen viaje.
Te echaremos de menos profe :(
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