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domingo, 27 de noviembre de 2011

La educación como compromiso social.

Interesante video del Juez de Menores de Granada, Emilio Calatayud, que piensa que la delincuencia y los problemas de los jóvenes actuales son un problema de educación. Sus sentencias han llamado la atención, porque obliga a los delincuentes a la formación educativa. Critica a los padres, a los profesores y a los legisladores y pide un compromiso serio para el futuro de la sociedad.
Espero vuestros comentarios.


8 comentarios:

  1. En cuanto a la forma,gusta la cercanía del tipo,qué bien caen estos andaluces. En cuanto al contenido, ésta es la verdadera crisis.Llevamos años en crisis de pensamiento y de valores. La educación es la tarea pendiente de toda sociedad, y en este país siempre la suspendimos, y fuimos a septiembre. No sólo eso, es que cada vez hay menos interés (y menos acuerdos legislativos). Tan importante es la educación en la escuela como la que se recibe en casa,pero si todo está tan judicializado, difícil tarea para los padres. Espero la cosa cambie. Un saludo, Guillermo García.

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  2. Estoy de acuerdo contigo. Los políticos han utilizado la educación (como otros temas) pensando más en votos que como si fuera un asunto de Estado.
    El Juez no está muy afortunado al comparar un centro educativo con una cárcel, pero sí que es verdad que el sistema educativo tiende a expulsar a ciertos individuos que no se adaptan a él, y no ofrece nada para ellos, por lo que están en la calle a las puertas de la delincuencia. En mi opinión se debería dar una salida educativa para ellos, pero cuesta dinero y en los tiempos que corren la sociedad no está dispuesta a gastar ni un duro en estos individuos, así que dejan el problema en los Centros Educativos, que no están preparados ni en personal, ni en material para solucionar el problema.

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  3. La situación no es muy halagüeña por lo que las críticas podrían ser incalculables pero me voy a limitar a apuntar un aspecto que me parece básico: es neceraria una óptima gestión en la coordinación, la cooperación y la cohesión de todos los entes relacionados directamente con los menores. Y en este sentido los gobiernos tienen mucho que decir y bastante más que hacer. Para seguir con la línea literaria del juez Calatayud voy a terminar con una frase de Ovidio: "Conozco lo mejor y sigo lo peor".

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  4. Mi opinión principalmente es como madre y como dice el juez la educación de los chavales y la responsabilidad sobre ellos recae principalmente sobre los padres. Los padres deben educar con las posibilidades que tengan a su alcance, utilizando la razón y dejandose asesorar por personas especializadas cuando se traten temas que se escapan de nuestras posibilidades. Los maestros y profesores deben tener la capacidad de ejercer la autoridad que compete al ejercicio de su labor (ni como policia, ni con miedo).Por último la labor judicial debería ser, lo primero más rápida, más eficaz y con una verdadera vocación de reinserción. Para que tanto profesores como jurístas funcionaran en pro de una buena educación tendría que ser un tema que estuviera al margen del ámbito político, pues sino, siempre será una moneda de cambio y como consecuencia un lastre para la sociedad. A esto actualmente habría que añadir el periodo ecónomico que estamos atravesando, que como siempre perjudica a los más débiles y los menos favorecidos.
    Un saludo Concha

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  5. Pues sí, no hay acuerdo sobre política educativa, los centros no tienen medios por parte del ministerio de educación ( o no quieren, la verdad que no estoy muy informado sobre ese aspecto concreto) y al final la casa sin barrer.

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  6. Perdone esta intromisión, pero he accedido a su blog interesándome por el trabajo de mi hijo, alumno suyo, y he visto el video del Juez de Menores, entre otras cosas.
    Es difícil no conectar con el pensamiento del juez. A menudo se adopta una postura radical cargada de ideología en lugar de un sencillo pragmatismo que es lo que propugna el juez.
    Cualquiera puede darse cuenta que determinadas medidas de carácter legislativo han dado alas a muchos radicales más interesados en ver las cosas “políticamente correctas” atacando infamemente sobre todo a los padres, incluso criminalizando sus actos.
    Las pruebas son los hechos. Como siempre. Una cosa es predicar y otra repartir trigo.
    Durante todo este tiempo, cada vez que se cuestiona la comunidad educativa, el espíritu crítico brilla por su ausencia y se echan balones fuera. Al contrario se colabora en el montaje del absurdo. Algunos lo pensamos y lo decimos sin pelos en la lengua. Algunas decisiones obedecen a una jerarquía de valores previa. Si se toman malas decisiones en un momento crucial de la formación de la personalidad puede que nuestros adolescentes caigan al vacio. Es muy importante tratar con tacto los problemas para dar impulso vital y muchas veces no solo no se hace si no que se sale por la tangente. Las consecuencias pueden ser irreversibles.
    De todas formas nuestro mundo ha dejado de regirse por paradigmas tradicionales, y el actual se está definiendo delante de nuestros ojos. La mayoría de los conceptos al uso que dominan la educación están completamente obsoletos. Las comunicaciones y el acceso a la información basada en internet han arrasado cualquier percepción que tienen los chavales de la autoridad y los conocimientos que se imparten. Ya no es posible definir un modelo estamental, y padres, alumnos y profesores estamos condenados a entendernos y a entender por mal que pese algunos caer del pedestal.
    Preferiría que el comentario fuera anónimo, si fuera posible.
    Un saludo

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  7. Pues tiene usted razón en que la educación necesita autocrítica por todas partes. Le agradezco mucho su comentario y espero que no tome a mal que aparezca publicado aquí de forma anónima. Este blog nació como una nueva via de comunicación entre profesor y alumno (fuera del espacio y horario lectivo oficial aprovechando la tecnología actual) y agradezco enormemente que aparezca en el blog el tercer gran pilar que sostiene la educación de los adolescentes, que son los padres. Todos los pilares son importantes e indispensables, cada uno en su función.
    Creo que igual que la sociedad, los profesores y tambien el sistema educativo están cambiando intentando adaptarse lo mejor posible a los cambios, pero no hay recetas infalibles, trabajamos y experimentamos constatemente, a veces con mejores o peores resultados. No se trata de ejercer la autoridad, pues ésta no se tiene (aunque legalmente los profesores la tengan), sino que hay que ganarsela y tampoco se trata de caer de ningún pedestal. Nuestro trabajo es técnico como otro cualquiera. Nuestra sociedad de la información y del conocimiento (a veces muy superficial) se cree con derecho a cuestionar los tratamientos que el médico propone o el trabajo del profesor, sin saber exactamente muchas veces como funcionan las cosas. Los profesores debemos esforzarnos por trabajar con los padres y explicar que hay decisiones difíciles y decisivas en la vida de los alumnos que debemos tomar de la forma más objetiva posible, porque la ley nos obliga a ello y estaríamos haciendo mal nuestro trabajo si engañásemos a padres, alumnos y a la sociedad, certificando conocimientos, destrezas y competencias no conseguidas.

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  8. Aprovecho para saludar a todos los padres y madres que se acerquen a este blog y a animarles en la participación en él si lo desean, con espíritu crítico si es preciso. Entiendo que haya reticencias a identificarse, por la presión de los propios hijos (¡¡¡no pongas nada, que me va a suspender o se va a meter conmigo en clase!!!) o por desconfianza, pero creo que con un mayor conocimiento mutuo profesores - padres, esto se irá superando.

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